lunes, 2 de junio de 2008

La perrera: una solución rápida para perros abandonados

Cada vez son más las personas que deciden abandonar a sus perros bien por falta de espacio, porque ya no son necesarios o simplemente porque se han cansado de ellos. Cuando esto ocurre es la Asociación Protectora de Animales la encargada de darles a las atenciones que requieran, hasta que un nuevo dueño se haga con ellos.



En Zaragoza todos los perros que son encontrados abandonados son llevados a la perrera municipal, situada a las afueras de la ciudad, allí se encargan de las vacunas, alimentación y demás cuidados que necesita el perro hasta que sea depositado en un nuevo hogar. El problema es que cuando no se encuentra un nuevo dueño para el animal, este es sacrificado. En la perrera de Zargoza cuentan aproximádamente con una veintena de perros, entre ellos, galgos, pastores alemanes e incluso algún dálmata esperan ser adoptados por una nueva familia que les aporte el cariño que no han tenido. Los perros suelen estar en la perrera alrededor de 20 días antes de que sean sacrificados. Además siempre suelen tener una media de unos treinta perros. El problema es que cada vez son más las personas que deciden abandonar a sus animales de comañía, sobre todo en estas fechas, y la perrera no cuenta con espacio para tanto; por ello si no han sido adoptados dentro del plazo establecido deben sacrificarlos.



En la perrera de Zaragoza son conscientes de que estos animales son seres vivos sensibles al dolor y al cariño, por ello intentan que su estancia allí sea lo más cómoda posible. En el tiempo que están en la perrera un veterinario se ocupa a diarío de ellos para que su salud no falle y no le falte ninguna de las vacunas que están establecidas en su calendario de vacunación. Además las personas encargadas del recinto sacan a pasear a los animales e intentan adiestrarlos para que su educación sea correcta cuando vengan a buscarlos.



Los perros se encuentran divididos en función de las razas y del carácter, además los machos y las hembras están separados. Cuando una persona acude a buscar a un perro a la perrera se le da la posibilidad de que escoja entre todos los que allí se encuentran. Una vez realizada la selección se completan los datos de la cartilla sanitaria del animal y se entrega al dueño una bolsa con pienso. El nuevo propietario deberá pagar a cambio la cantidad de 50 euros.


Es una pena que todo esto suceda, pero afortunadamente hay gente que es consciente de ello y decide acudir a la perrera para hacerse con alguno de estos perros, que en muchos casos han sido víctimas de malos tratos, por lo que su adaptación a la nueva familia resulta sencilla, ya que son animales necesitados de cariño. Cuando uno acude a la perrera a por un perro puede elegirlo, además allí se ocupan de ponerle el microchip y de dar los primeros consejos al nuevo dueño.


Elena y su perro